Desarticulan bandas de cajeros españoles con 14 detenciones

Delincuentes usaron explosivos caseros y se disfrazaron de policías para cometer robos violentos en todo el país

La policía española ha detenido a 14 personas y se ha incautado de armas, rastreadores de satélites y varios uniformes policiales tras desarticular dos bandas cuyos miembros utilizaban explosivos caseros para hacer estallar cajeros automáticos y que se disfrazaban de policías para cometer robos violentos y meticulosamente planificados por todo el país.

La investigación a nivel nacional comenzó en otoño del año pasado después de que la misma banda usó explosivos para robar tres bancos en Málaga y Valencia. Los investigadores rastrearon a los miembros de la pandilla hasta Madrid y Málaga y descubrieron que el grupo tenía su propio fabricante de bombas que construía los explosivos llenando cápsulas de metal con pólvora de fuegos artificiales.

"Los agentes descubrieron entonces otro grupo delictivo, con sede en Madrid, cuyos miembros también robaban cajeros automáticos con explosivos", dijo la Guardia Civil en un comunicado. "Los sospechosos, que utilizaron un modus operandi similar y el mismo proveedor de explosivos caseros, llevaron a cabo siete ataques a cajeros automáticos en Barcelona, ​​Madrid, Alcalá de Henares y Madrid en 2022, llevándose casi 550.000 euros (479.000 libras esterlinas)".

La policía estableció que había un flujo de miembros entre las dos pandillas, los cuales fueron minuciosos en sus redadas. Además de apagar sus teléfonos móviles durante los robos y deshacerse de su ropa después, incendiaron los vehículos robados utilizados para destruir cualquier evidencia.

Pero sus actividades no se limitaron a los bancos. En marzo de este año, los miembros de la banda se disfrazaron de policías -con pistolas, placas y chalecos antibalas- para robar a una mujer en la provincia de Málaga. Tras amarrarla y golpearla, le robaron sus documentos de identidad, las llaves de su casa, su coche y 1.270€ en efectivo. Al mes siguiente, le robaron 30.000 euros en efectivo a un hombre después de embestir su coche, romperle los cristales y sacar a la víctima a rastras.

Otros robos siguieron un patrón similar de tres etapas. Después de identificar a las personas conectadas con el narcotráfico o en posesión de grandes sumas de dinero que no podían explicarse fácilmente, la pandilla controlaba los movimientos de sus posibles víctimas utilizando cámaras de vigilancia y rastreadores GPS.

La tercera fase fue el robo en sí, en el que los sospechosos "fingían ser policías, utilizando técnicas, recursos y equipos de aplicación de la ley, y durante el cual no dudaban en detener ilegalmente a sus víctimas y utilizar la violencia extrema".

Catorce personas fueron detenidas a finales de abril y 23 propiedades diferentes registradas en el sur y centro de España. Entre los elementos incautados se encuentran: gran cantidad de billetes impregnados con tinte de seguridad; numerosas armas de fuego y municiones; rastreadores de satélites; bloqueadores de alarmas; ropa y equipo de la Policía Nacional y la Guardia Civil; siete vehículos; matrículas falsas; y 112 plantas de marihuana.

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La policía estableció que los arrestados tenían amplios antecedentes penales, conocían bien las técnicas y el equipo policial y habían cometido 15 robos en todo el país entre junio de 2022 y abril de 2023.

Se les imputan los delitos de pertenencia a organización delictiva, hurto, robo a mano armada, hurto de vehículos, detención ilegal, lesiones, suplantación de funcionario público, tenencia ilegal de armas y posesión de documentos falsos.